martes, 13 de octubre de 2020

CLASE DE TEATRO- EL PERSONAJE-OBRA "EL REGLAMENTE ES EL REGLAMENTO". 4TO, 5TO, 6TO.

 

Hola chicos y chicas! En esta clase vamos a trabajar el concepto de personaje. Venimos creando personajes en varias de las actividades que realizamos, pero ahora vamos a detenernos a identificar a qué nos referimos cuando hablamos de personajes y que cosas debemos tener en cuenta al momento de crearlos!

A leer con atención y después responder las preguntas!

Les voy a dejar para que lean una obra llamada “EL REGLAMENTO ES EL RELAMENTO” de Adela Basch.  Luego de leer esta obra van a tener que responder otras preguntas!.

 

JUGANDO A SER OTROS. EL PERSONAJE Y LA CARACTERIZACIÓN

 

En nuestra vida cotidiana encontramos personas y personajes; existe una gran diferencia entre una palabra y otra. Se considera como persona al ser racional con características propias, consciente de sí mismo. El personaje se refiere a una persona, animal o cosa que aparece en una obra teatral, literaria, cinematográfica, escénica o dancística, entre otras. Éste puede ser imaginario y tener características fantásticas.

La persona eres tú, el personaje es aquel que puedes interpretar (un héroe, un villano o un animal fantástico, entre muchos otros).

En teatro, la persona que representa a un personaje es un actor o una actriz.

Para la creación de un personaje es importante determinar las características de este; es decir, es necesario especificar si es hombre o mujer, el carácter, el aspecto físico, la expresión del cuerpo, la ocupación y el lenguaje, entre otras cosas.

Recuerda que los personajes pueden ser personas, animales u objetos inanimados con distintas cualidades y habilidades.

Existen varias formas de crear personajes; algunos empiezan por la construcción del aspecto físico y otros por la personalidad, o por su carácter. Otros escritores coinciden en que para darle vida a un personaje se debe pensar, actuar y sentir como él.

Las características del personaje influyen en el tono de su voz, ésta puede ser lenta o rápida, tener un acento regional o extranjero, etc. La forma de hablar del personaje nos da información muy específica acerca de su edad, estado de salud, estado de ánimo, intenciones, así como sobre la forma de relacionarse con otras personas.

Al hablar, las personas utilizan distintas palabras, tonos, intensidad u pronunciación. Para los personajes es importante tener una forma de hablar, ésta puede ser rápida o lenta, tartamuda o cantadita, con acento extranjero o nacional.

La voz, el gesto y el movimiento se complementan para darle vida al personaje.

Existen posiciones corporales que identificamos fácilmente y que relacionamos con una profesión, edad, género o una actividad específica.

En las diferentes posiciones del cuerpo podemos identificar cansancio, enojo, alegría, concentración o aburrimiento. La actitud postural nos indica el estado emocional y físico en el que se encuentran las personas; para el actor es importante identificar en el personaje su estado emocional y físico para una mejor interpretación.

 

PREGUNTAS SOBRE EL TEXTO

¿Qué actividad realizaste en la escuela en la que hayas participado haciendo un personaje? ¿Recordás cuál era este personaje?

¿Identificas el enojo de una persona por su manera de hablar? ¿Por qué?

¿Reconoces a los integrantes de tu familia sólo con escuchar su voz?, ¿por qué?

¿Qué cualidad del sonido te ayuda a hacer ese reconocimiento?


OBRA ADELA BASCH

EL REGLAMENTO ES EL REGLAMENTO

 

ESCENA UNO

Cajera: Su vuelto, señora.

Señora: Gracias. Buenas tardes.

Cajera: Un momento. Todavía no se puede ir. ¿No vio ese cartel? (Lo señala y lo lee.) “Señores clientes es obligación mostrar la cartera a las amables y gentiles cajeras.”

Señora: Discúlpeme, pero yo no se la puedo mostrar.

Cajera: ¿Qué dice? Imposible. Me la tiene que mostrar antes de salir.

Señora: Por favor, no insista, señora cajera. No le puedo mostrar la cartera.

Cajera: Mire, lo lamento, pero es el reglamento. ¿Me está escuchando lo que le digo?

Señora: Sí, la escucho. Pero lo siento mucho. No-le-pue-do-mos-trar-la-car-te-ra. (Pronuncia las últimas palabras con mucha fuerza.)

Cajera: Pero, ¿qué es esto? ¿Cómo que “no-le-pue-do-mos-trar-la-car-te-ra?”(Imita la forma en que le dijo la señora.)

Señora: (Grita) ¡No me haga burla!

Cajera: ¡Y usted, mejor no me aturda!

Señora: ¡Y usted, no diga cosas absurdas!

Cajera: Creo que usted exagera. Solamente le pedí que mostrara la cartera.

Señora: Por favor, no me haga perder el tiempo. Estoy apurada. Tengo invitados para la cena.

Cajera: ¿Ah, sí?¡Qué pena! Si está apurada, no sé qué espera. ¡Muéstreme la cartera!

Señora: ¡Déjese de pavadas! ¡No se la muestro na-da!

Cajera: ¡No me hable de ese modo! ¡Y mejor me muestra todo!

Señora: ¿Pero qué tiene usted en la sesera? No se la puedo mostrar y no es porque no quiera. Lo que pasa, mi querida, es que no tengo cartera.

Cajera: ¿Cómo? ¿Está segura?

Señora: (Toma una planta de lechuga.) Como que esto es verdura.

Cajera: ¡Pero qué locura! No puede ser. No sé qué hacer. No puede ser. No sé qué hacer. No sé qué pensar. No sé cómo actuar. A ver, empecemos otra vez. Yo le pido a usted que me muestre la cartera y…

Señora: Y yo le digo que no se la puedo mostrar aunque quiera, simplemente porque no tengo cartera.

Cajera: ¿Y ahora qué hago?

Señora: Haga lo que quiera.

Cajera: Muy bien, quiero ver su cartera.

Señora: ¡Pero no tengo!

Cajera: No comprendo…No entiendo…Soy la cajera y estoy obligada a revisar carteras. Usted no tiene cartera, así que no puedo cumplir con mi obligación. ¡Qué situación! ¡Qué complicación! Esta situación imprevista me saca de las casillas. ¡Necesito mis pastillas!

Señora: ¿Quiere una de menta?

Cajera: No, no me gusta la menta.

Señora: Lo lamento.

Cajera: ¿Qué lamenta?

Señora: Que no le guste la menta.

Cajera: (Toma un teléfono) ¡Por favor, por favor, que venga el supervisor!

 

ESCENA DOS

Entra el supervisor.

Supervisor: ¿Qué sucede? ¿Qué ocurre? ¿Qué pasa?

Señora: Me quiero ir a mi casa. Compré, pagué y me quiero ir. Pero la cajera insiste en que le muestre la cartera. Y yo…

Supervisor: Es correcto. Si no la muestra, no se puede ir. (Saca del bolsillo un papel enrollado y desenrolla.) Así dice el reglamento de este establecimiento.

Cajera: ¿Vio, señora, que no miento?

Señora: Sí, pero no tengo nada que mostrar.

Supervisor: ¿Por qué? ¿Tiene algo que ocultar? ¿Lleva algo sin pagar?

Señora: No, señor supervisor, usted está en un error. ¡No soy una delincuente! ¡Soy una mujer decente!

Supervisor: Entonces, ¿qué espera? ¡Muéstrenos la cartera!

Señora: Señor, si no se la muestro, no es por mala voluntad.

Supervisor: ¿Y por qué es?

Señora: ¡Terminemos con esta sonsera, trate de entender que yo no tengo cartera!

Supervisor: Entiendo. Es una situación complicada, pero no puedo hacer nada. (Mira el papel.) Tenemos que cumplir con el reglamento. Y el reglamento dice…

Cajera: Que es obligación de los clientes mostrar la cartera…

Señora: ¡A las amables y gentiles cajeras! ¡Pero yo no traje cartera!

Supervisor: Señora, lo hubiera pensado antes. No se puede salir a hacer compras de cualquier manera. El reglamento es el reglamento. Y hay que cumplirlo. Si no, ¿dónde vamos a ir a parar?

Señora: ¡Yo quiero ir a parar a mi casa! ¡Esto es una locura!

Supervisor: Usted es una cabeza dura. Si hubiera traído alguna cartera…no tendríamos este problema.

Señora: Señor, no traje cartera y no me voy a quedar aquí toda la vida. Así que pensemos en alguna solución.

Supervisor: A mí no se me ocurre. Las situaciones imprevistas me paralizan el cerebro.

Cajera: Y a mí me atacan los nervios. Señora, usted me está impidiendo cumplir con mi obligación de revisar las carteras, y eso me confunde, me irrita y me desespera. Se me nubla la mente…

Supervisor: Tengo una idea… ¡Llamemos al gerente!

Cajera: (Toma el teléfono) Por favor, es muy urgente. ¡Necesitamos al gerente!

 

ESCENA TRES

Entra el gerente

Gerente: ¿Qué sucede?

Supervisor: Tenemos un problema.

Cajera: Una situación imprevista. La señora quiere irse sin mostrar la cartera.

Gerente: Eso es imposible.

Cajera: Es incomprensible.

Supervisor: Es increíble.

Gerente: Además, es contrario al reglamente.

Cajera: Y el reglamento…

Supervisor:…es el reglamento.

Gerente: Señora, usted tiene la obligación de mostrar la cartera.

Señora: Lo siento, no traje cartera.

Gerente: Si no la trajo, es porque no quería mostrarla. Y si no quería mostrarla, seguramente quería ocultar algo.

Señora: Pero, señor…

Gerente: Déjeme terminar. Si quería ocultar algo, tal ver se lleve algo sin pagar.

Señora: Pero señor…si no la traje, ¿cómo voy a ocultar algo?

Gerente: Ya le dije. ¡No la trajo porque no la quería mostrar! ¡Y el reglamento dice que tiene que mostrar la cartera!

Señora: ¿Pero qué cartera?

Gerente: ¿Qué sé yo? ¡Cualquiera!

Señora: ¿Cualquiera, cualquiera, cualquiera?

Gerente: Sí, cualquiera. ¡Pero muestre la cartera!

Señora: Muy bien. Gentil y amable cajera, ¿tendría la bondad de prestarme su cartera? Por un minuto, nada más.

Cajera: Está bien. Tome. (Le da su cartera.)

Señora: ¿Quiere revisarla, por favor?

Cajera: ¡Cómo no! (La abre y la mira por todos lados). Está bien.

Señora: Entonces, me voy. Le devuelve su cartera.

Cajera: Gracias por su compra. Vuelva pronto. Da gusto atender a clientes como usted.

Señora: (Tratando de disimular su fastidio) Sí, sí, cómo no.

Supervisor: Ah, nos podemos quedar tranquilos.

Gerente: Tranquilos y contentos. ¡Hemos cumplido con el reglamento!.

TELÓN.


PREGUNTAS SOBRE LA OBRA

¿Cuántos personajes identificaste en la obra? ¿Podrías nombrarlos?

¿En qué lugar se encuentran los personajes, dónde trascurre la escena?

Sí tuvieras que describir a los personajes ¿qué características físicas te imaginas que tienen?, ¿Cómo se viste?. ¿Te animas a dibujarlos?

¿Cómo es su carácter o forma de ser?

¿Cuál es su ocupación u oficio?