PRÁCTICAS
DEL LENGUAJE
Srta
.Roxana. Año: 5to.A y B
Fecha
10/08/20
Actividades para esta
semana.
*Leer atentamente el cuento.
*Recuerden colocar el título, la fecha y
el nombre en cada hoja.
*Escribir con lapicera azul o
negra, con letra clara.
*si tienen alguna duda sobre cómo se
escribe una palabra, busquen en el diccionario.
*Revisa
cada palabra y los signos de puntuación.
CUENTO
Tío Néstor cocina los viernes,
de Silvia Schujer
En mi casa somos muchos. Entre chicos y grandes llegamos a diez. Mi
abuela y mi abuelo, mis padres, el tío Néstor (que se quedó sin trabajo y
no le alcanza para vivir solo) y nosotros: mis cuatro hermanos y yo.
En casa todos hacemos algo, quiero decir, además de estudiar o trabajar
(o buscar trabajo, como mi tío Néstor).
Tenemos tareas fijas: las personales y las familiares. Las personales
son las que cada uno hace para sí mismo como ser tenderse la cama, lavarse
la ropa chica o ponerse los cordones en las zapatillas. Las familiares, en
cambio, son las que cada uno tiene que hacer para los otros. Mi abuela —por
ejemplo— cocina. Mi papá lava los platos, mi mamá limpia, el tío Néstor
plancha, yo pongo la mesa, etcétera.
Nuestra organización es perfecta, como se ve. Hoy, sin embargo, tenemos
que resolver un problema. Un serio problema familiar.
Resulta que el tío Néstor, muy agradecido de poder vivir en casa,
pidió que lo dejáramos hacer para la familia algo más que planchar (eso le
parecía poco), y como a nadie se le ocurría qué decirle, él mismo eligió su quehacer:
se puso de acuerdo con la abuela para preparar la comida una vez por semana y
desde entonces cocina los viernes. De esto, ya va para un mes.
Al principio la idea nos pareció genial. Que el tío Néstor cocinara los
viernes le daría un descanso a mi abuela de manera que no había razón para
oponerse. Hasta que llegó el primer viernes, claro, y empezamos a cambiar de
opinión. El pobre confundió la sal con el azúcar y sirvió un puré de papas tan
dulce que casi se vuelve merengue. Para no ofenderlo hicimos lo posible por
tragar esa pasta y el tema no fue más allá.
El viernes siguiente la cosa se puso más seria. El tío
confundió las ciruelas con los tomates, las piedritas del gato con el
arroz, las lentejas con los granos de pimienta y cuando probamos el guiso
¡páfate! Mi abuelo se desmayó.
La cosa se fue agravando hasta que ayer a la noche pasó lo peor. En
vez de orégano el tío puso yerba en la pizza y cuando mi mamá la mordió tuvo
que ir corriendo al baño y no pudo salir hasta hoy.
Ahora estamos todos reunidos —menos el tío— pensando qué trabajos
ofrecerle en la casa para que no se deprima. Vamos a decirle que lo necesitamos
mucho para otras tareas así vuelve a cocinar mi abuela. La mejor idea que
tuvimos hasta el momento es proponerle que elija buena música para escuchar
cuando comemos. Sobre todo a la noche. Otra posibilidad es encargarlo de las
flores, que siempre haya un jarrón sobre la mesa. O de los chistes, que a él
tanto le gusta contarnos. Aunque ahora que lo pienso no hay nada como la
verdad: ¿qué tal si le decimos que nos encanta que viva con nosotros? Pero eso
sí: que se haga ver de la vista, ¿no? O se consiga unos anteojos
Después
de leer responde:
(Copia en tu carpeta LAS PREGUNTAS)
A. ¿Les gustó el cuento?
B-¿Notaron alguna diferencia de los cuentos o de las
historias que veníamos leyendo? ¿Cuáles?
C-¿Quiénes son los personajes de éste cuento?
D-¿Qué parte les gustó más? ¿Por qué?
E-¿Se parece en algo a tu familia?
F-¿Cómo era la familia
del cuento?
G-¿Cómo deciden solucionar el problema que tenían?
H-¿Qué opinas de la organización que tenía la familia,
las tareas personales y familiares?
I-¿Son importantes? ¿Por qué?
J-Escribe en 10 renglones
contándome cómo es un día en tu familia.
PARA AYUDARTE A COMENZAR ESCRIBIR:
- Podés releer el INICIO del cuento.
- ¿Cómo se organizan en ésta cuarentena tus días
en familia?
- ¿Se ayudan y reparten tareas?
- ¿Qué actividades disfrutas hacer en familia?
- ¿Te sentiste identificado con alguna parte del
relato? ¿Por qué?
(NO TE OLVIDES DE REVISAR LO QUE ESCRIBISTE, CON CUIDADO)